Este año, he estado de Erasmus en Padova (Italia), ha tenido sus más y sus menos, sus multiplicaciones y divisiones; pero al final ha sido todo muy exponencial y no quería regresar a mi casa familiar.
Los últimos 10 meses, me han servido para plantar y cultivar algunos escritos, así como para explorar áreas y hectáreas de la escritura en las que antes no había entrado.
La siguiente, es una "poesía" nostálgica que escribí un poco antes de mi cumpleaños, en noviembre, cuando mi estancia en Padova aún era para mí lo más parecido al mito de Prometeo. Mientras lo escribía, estaba en la biblioteca estudiando Psicologia dello Sviluppo. Cuando leí sobre el reflejo de "marcha automática" del neo-nato, me vino a la mente el verbo caminar y ya no pude parar (al menos yo lo recuerdo así).
Obviamente no soy una experta en rima y todo lo que tendría que ver con la métrica...es más bien un escrito normal en realidad, pero espero que os guste.
y la arena roza mis pies juguetona,
compite con las olas
que llegan a la orilla para hacerme cosquillas
Camino por mi playa que me da la bienvenida
Camino,
y mis ojos no pueden vislumbrar la grandeza del mar,
sus trazos ondulados reflejando el cielo despejado
Camino por mi playa en busca de orejitas
Camino,
mientras la brisa marina me acaricia al pasar,
me recibe,
¡Estás en casa!
y me abraza
envolviéndome una vez más
Camino por mi playa, estoy con mi familia
Camino,
y el olor a algas no me molesta,
lo echaba de menos.
como el de las lentejas recién hechas
Camino por mi playa y veo algún parchís
Camino,
y distingo sonidos conocidos,
la marea lleva el ritmo,
la familia dominguea,
el señor de las patatas grita,
¡llevo la "papa", el "gusanito"!
y la gente le hace señas
Camino por mi playa, toman mi mano...es el AMOR
♥ Ci vediamo presto my friends ♥
Marta
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